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  • Foto del escritordra. Antonia León Kattan

Vitamina D

La Vitamina D, también llamada calciferol, es una hormona que tiene un rol fundamental en nuestro organismo, en la función de nuestro sistema inmunológico, cardiovascular, mantención de nuestro tejido óseo, prevención de cáncer, alergias y enfermedades inflamatorias.

Las recientes investigaciones demuestran que niveles bajos de vitamina D en la sangre están asociados con el deterioro cognitivo. El déficit severo de Vitamina D se asocia también a síntomas depresivos.

Algunas investigaciones sugieren que la suplementación con vitamina D a largo plazo reduce el riesgo de esclerosis múltiple.





¿Cómo obtenemos vitamina D en nuestro cuerpo?


Cerca del 85 % de nuestros niveles de vitamina D son sintetizados por nuestra piel para lo que necesitamos una alta exposición a la radiación UV. Nuestro estilo de vida, la poca exposición al sol ☀️ y el uso de bloqueador solar impiden su adecuada producción.


El 15 % restante de los niveles de vitamina D los obtenemos a través de alimentos ricos en ácidos grasos, como los pescados azules (salmón, trucha, aceite de hígado de pescado y atún).



¿Cuál es la relación entre niveles de vitamina D y obesidad?


La vitamina D es un compuesto liposoluble, es decir, afín con la grasa.

Si tenemos una mayor cantidad de tejido adiposo en nuestro cuerpo, esta sustancia es atrapada por nuestra grasa, lo que llamamos “secuestro” de la vitamina D, lo que va a provocar por lo tanto, niveles más bajos de esta vitamina en personas con sobrepeso y obesidad.



COVID y vitamina D


Sabemos que la vitamina D participa en la adecuada respuesta de nuestro sistema inmunológico. Aumenta los mecanismos de eliminación de los patógenos y la síntesis de agentes antimicrobianos por las células inmunitarias.

Estudios en pacientes con COVID demostraron la asociación directa entre menores niveles de vitamina D y una mayor mortalidad de pacientes infectados con coronavirus.


Recientemente, un grupo de 120 expertos en el área de salud, ciencia y medicina, provenientes del Reino Unido, EE. UU. y países de la Unión Europea, ha redactado una carta abierta enviada a los gobiernos del mundo (https://vitamindforall.org/letter.html). Estos expertos destacan una evidencia científica clara que muestra un efecto protector muy sugerente de la vitamina D frente a la gravedad de la Covid-19: niveles más altos de vitamina D están asociados con tasas más bajas de infección y menor riesgo de hospitalización, UCI o muerte. La suplementación de vitamina D (se recomienda una ingesta de 4.000 Unidades Internacionales (UI) diarias en el caso de los adultos sanos) disminuye la susceptibilidad a la infección y reduce la morbilidad y la mortalidad entre los infectados por el virus. Por ejemplo, en Andalucía, una región española pionera en el uso de la vitamina D para tratar el Covid, la tasa de mortalidad por millón ha descendido en un 82% en tres meses.





¿Qué personas tienen probabilidad de mantener niveles más bajos de Vitamina D?


Los individuos que mayor riesgo tiene de sufrir un déficit de vitamina D son las personas que tienen poca exposición al sol (circunstancia promovida por el teletrabajo), los que sufren de sobrepeso y obesidad (porque la vitamina D se deposita en la grasa), los mayores de 65 años (más del 80% de ellos la padecen), los celíacos (por su mala absorción), los de piel oscura (porque la melanina de su piel compite con el precursor de la vitamina D por los rayos solares) y los que sufren de insuficiencia renal.


Muchos expertos recomiendan mantener niveles cercanos a 30 ng/mL. Estos niveles aseguran la adecuada absorción de calcio y fósforo en sangre, y por lo tanto la mantención de nuestra salud ósea.

Sin embargo, estudios recientes han demostrado que los beneficios anticancerígenos, cardiovasculares, cerebrales, inmunes y de salud gastrointestinal se obtienen con niveles cercanos a los 50 ng/mL.


Es importante pedirle a tu médico que mida tus niveles de vitamina D en sangre y así, poder suplementar en caso de ser necesario para llegar a niveles óptimos. Yo aconsejo mantener una suplementación ya sea diaria, semanal o mensual de tal forma de asegurarnos mantener los niveles de vitamina D en el rango normal.

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